jueves, 9 de febrero de 2023

 EL PAN DE ESTE DÍA. Gálatas 5:1. “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”. Libres.


La carta a los de Galaxia tiene un contenido similar al de los Romanos; En Gálatas el apóstol escribe tres aspectos importantes; En el primero habla de la Autoridad Apostólica que posee, y su razón de ser llamado apóstol. Para Pablo, el llamado al Apostolado es directamente por Dios, no fue hombre, ni está enseñando por el capricho de hombre alguno. Gálatas 1 11,12. Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo”. Aquí, el apóstol dice abiertamente que Jesucristo no es Hombre, sino que es Dios quien lo llamó a este ministerio.

 

En el Segundo aparte escribe sobre la Justificación por la Fe, después de hablar parte histórica de su carta, expone el origen divino de su evangelio y cómo no era distinto del de los Doce; ahora entra ya de lleno en la tesis doctrinal, tratando de mostrarles en forma directa que la justificación no depende de las obras de la Ley, sino de la fe en Jesucristo. Su argumento se apoya sobre todo en la Escritura; pero antes, les recuerda su primera experiencia, donde lo trataron como a un ángel; sin embargo, ahora está asombrado, ¿qué pasó? Les dice que son como niños incautos, que se dejaron fascinar por las razones de los judíos, olvidando a Jesucristo que él les había presentado en su predicación, y que debía haber continuado siendo él el norte fijo de sus miradas. Da a entender que la base de su enseñanza sobre la redención está constituida por la muerte y resurrección de Cristo.

 

El tercer punto es el que nos ocupa ahora, y determina las consecuencias Morales. Es preciso tener cómo responder frente a Dios y seguir lo que realmente pide y aprovecha al creyente, pues: “si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo”. Dice que este acto no significa nada, y recuerda que es un retroceso: “todo hombre que se circuncida, está obligado a guardar toda la ley”. Y por lo tanto es un acto ajeno a la voluntad de Dios y a la vez ambiguo, porque: “De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído”. Eso implicaría desprendernos del redentor para buscar una señal de un pacto pasado, Génesis 17:11. “Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros”. Ignorando el valor de su Sangre en el nuevo Pacto: Lucas 22:20. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: *Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre*, que por vosotros se derrama.

 

En contraste con ese camino equivocado que enseñan los judaizantes. Pablo muestra luego cuál es el verdadero camino para conseguir la salvación, de modo que Cristo nos aproveche y no quedar desligados de Él; y obviamente es el camino de la fe, que actúa mediante el amor que el Señor por su Espíritu derramó, “Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia"; donde la acción del Espíritu en los creyentes opera dándole a conocer el camino correcto; porque en efecto no es otro que el mismo Jesucristo en su tercera etapa utilizada para perfeccionar a los santos. Juan 14:17. “El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque *mora con vosotros, y estará en vosotros*”.

 

La libertad es tener otra opción; si no hay opción, no se puede haber libertad, por esta razón Dios hizo al hombre libre porque tenían la opción de escoger el camino por donde andar como los mismos seres celestiales. El hombre perdió la libertad porque quedó encerrado en el pecado; está claro por qué Jesús dijo: Juan 8:34. “De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado”. La ley llegó para encerrar al hombre en el pecado, pero con la tendencia de buscar la libertad. Romanos 3:19. “Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios”.

 

De esta manera el hombre solo tenía una opción y era pecar y esperar el juicio. Por esta Razón Jesús dice: Juan 8 36. “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”. Porque Él vino a perdonarnos y que vivamos exentos del pecado, 1 Juan 3:9. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios". De ahí el consejo del apóstol, "Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud"; ni del pecado ni de la ley ni de otros señores ni otro dios. La firmeza y libertad radica en la pertenencia a su cuerpo siendo uno con él y en él.

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