EL PAN DE ESTE DÍA. Gálatas 5:22. “Mas el fruto del Espíritu es …paciencia, benignidad, bondad”. El prójimo.
De nada nos sirve
estar en paz con Dios, pero en guerra con nuestro prójimo. El Espíritu Santo
produce en nosotros tres gracias para con él. Buscar primeramente el Reino de
Dios y su Justicia, ese es nuestro deber, y el resultado positivo es una buena
relación entre los próximos, 1 Juan 4:20. “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y
aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha
visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto"? Jesús a los apóstoles
les dijo su punto de vista sobre el prójimo, y su relación: Mateo 5:22. Pero yo
os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio;
y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y
cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
El reino de Dios
es de familia, la familia de Dios, y esta familia no es de allá, ni de después;
sino de ahora, y de aquí; por ello nuestras relaciones deben ser verdaderas, no
con doblez; una buena relación se eleva a la misma ofrenda, Mateo 5:23. “Por
tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene
algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate
primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”. Por ello El
fruto del Espíritu en su segundo grupo viene con tres gracias: paciencia,
benignidad, y bondad que deben abundar en nosotros, Mateo 5:45. “para que seáis
hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre
malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos”.
A). Paciencia:
según la real academia “es la actitud que lleva al ser humano a poder soportar
contratiempos y dificultades para conseguir algo bien; además de ser la
constancia valerosa que se opone al mal, y a pesar de lo que sufra el ser
humano no se deja dominar por él”. Las relaciones humanas son tensas y se
precisa ser pacientes para lograr ganarlos para Jesucristo: Efesios 4:2.
con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los
otros en amor, Hebreos 10:36. porque os es necesaria la paciencia, para que
habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Santiago 1:3.
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia
su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa
alguna”. El prójimo muchas veces se constituye en la prueba que hace brotar el
fruto de nuestra paciencia.
B). Benignidad es
lo mismo que benevolencia, complacencia, humanidad, afabilidad o piedad, que
nos ayuda a ser apacibles y agradables, describe a personas que se caracterizan
por contener cualidades positivas, como simpatía, comprensión, buena voluntad
con los de su entorno. Se puede concluir que esta persona es un buen amigo ya
que posee buenas intenciones, es sincero, comprensivo y tolerante. Todo aquel
que se relaciona con una persona benigna posee una relación de amistad o
amorosa llena de aspectos positivos, al punto de brindar una estabilidad
emocional fundamental para lograr el equilibrio de los individuos y el
desenvolvimiento en los diferentes aspectos de su vida. Razón tiene el Señor al
aconsejar: Efesios 4:32. “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos,
perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Colosenses 3:12. Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de
entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de
paciencia; 1 Pedro 2:3. si es que habéis gustado la benignidad del Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario