EL
PAN DE ESTE DÍA. Judas 1:4. "Porque algunos hombres han entrado
encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta
condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro
Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo".
Amenaza.
El
desconocimiento de la verdad es ignorancia, pero el aplicar otra forma con
pleno conocimiento es mentira. Hay quienes promueven ministerios caducados o
limitados. Me refiero a la mano de Dios para reconciliar al hombre, que se
conocen como los cinco ministerios, donde dos, han quedado completados y los
otros tres están supeditados a completar lo que está establecido.
Hay
dos ministerios que son de fundamento, y por lo tanto no se pueden mover.
Efesios 2:20. "Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas,
siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo". El fundamento
como cualquier edificación es permanente, sepultado imposible de contemplar a
primera vista, como lo afirma el apóstol: 2 Timoteo 2:19. "Pero el
fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que
son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de
Cristo". Donde de seguro la última parte se debe interpretar como:
"Apártese de iniquidad todo aquel sobre quién es invocado el nombre de
Cristo". Lo más seguro, es que, los que se dicen ser profetas y apóstoles
hoy, son los que se han infiltrado, vienen como ladrones, no están autorizados
porque son ministerios completos, siendo el apóstol Pablo el último: 1
Corintios 15:8. "y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a
mí".
Dios
ha emitido de antemano en la palabra su veredicto sobre los falsos apóstoles,
profetas y maestros, como impíos.
Recuerde que Lucas 16:16. "La ley y los profetas eran hasta Juan;
desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar
en él; Mateo 11:13, "Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta
Juan". Porque, Jesús era la razón de los profetas y por ende de la
profecía. Así que quien presume hoy ser profeta, está mintiendo, porque los
ministerios de base ya no pueden aparecer. Tenemos la palabra profética pero no
profetas.
Quien
se anuncia como Apóstol o profeta, no lo es, no respeta lo que Dios ha dicho de
sí mismo; el Señor Jesucristo no es el centro de su vida, sino él mismo, su
propio orgullo. No habla en nombre y por encargo de Dios, sino en nombre
propio. Su vida es una negación práctica de Dios. El maestro que no proyecta a Cristo en la
vida de sus discípulos es falso, porque su trabajo es: Gálatas 4:19. "que
Cristo sea formado en vosotros”. El EVANGELISTA debe recoger en Jesucristo a
los que evangeliza. Mateo 12:30. “El que no es conmigo, contra mí es; y el que
conmigo no recoge, desparrama”. De la misma manera EL PASTOR que tiene un
rebaño y no lo lleva al buen pastor y lo abreva de él solamente, es un pastor
envanecido que desconoce el cimiento, y el alimento de sus ovejas. El verdadero
pastor debe conducir a sus ovejas a Jesucristo la fuente de vida, el remanso de
Paz y baluarte de la verdad en la tierra.
La
amenaza de la fe, está plenamente identificada y es la falsificación de los
ministerios, que, por las artimañas del error, entran como fraudulentos hombres
que desvían la atención de los ingenuos a otros centros de atención como la
prosperidad, los milagros, los discursos y sermones rimbombantes, la
adivinación presentada como profecía, que desvía los sentidos de la sincera
fidelidad a Cristo, en quien tenemos perdón de pecados en su nombre.
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