EL PAN DE ESTE DÍA. Romanos 5:2. “por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”. Motivos.

 

El apóstol Pablo concentra toda su enseñanza para dar a conocer las virtudes gloriosas que hay en Cristo, y los motivos que justifican nuestra fe en él. Habiendo recibido toda una gama de virtudes que no se pueden hallar de otra forma; cinco puertas encontramos aquí; Entrada a la fe, la gracia, la Firmeza, a la gloria, y a la esperanza de la restitución.

 

1). Tenemos entrada por la fe, a la gracia, una puerta, un camino, un Señor, y un bautismo. Para lograr entrar es preciso salir del mundo pecaminoso. 2 Corintios 6:17. “Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”. Jesús abrió una puerta para escapar de la corrupción y llegar a él que es el Padre eterno. Hebreos 12:2. “puestos los ojos en JESÚS, EL AUTOR Y CONSUMADOR DE LA FE”. Con Él comienza la fe, y cuando lo veamos, con él terminará. No habrá que preguntar por su Padre, pues contestará: Juan 14:7. Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto”. Jesús es el Padre de los de la familia de la fe.

 

2). Entrada a la Gracia. La ley fue un periodo donde el Señor hace conocer su voluntad y su rechazo a las prácticas erradas de las naciones, Romanos 3:19. “Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;” El hombre está encerrado. Gálatas 3:24. “De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe”. Hechos 13:39. “y aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree”. Por esto: Gálatas 5:4. “De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído”. Juan 1:17. “Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo”. Efesios 2:8. "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;

 

3). Entramos a la Firmeza. La fluctuación pertenece a quien desconoce su destino y origen; en Cristo ya no andamos por un sendero fortuito, porque en él, fuimos creados y formados, haciendo parte de una novedad de criaturas. Efesios 2:10. “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. Cumpliendo: Isaías 43:19. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ...".  El conocimiento de Cristo como el Padre creador nos hace estar: Efesios 6:14. firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia.

 

4). Entrada a la gloria. Muchos se glorían en las apariencias, pero Jesucristo es el motivo de nuestro orgullo y alegría. 2 Corintios 10:17. “Mas el que se gloría, gloríese en el Señor”; para que cumplamos su deseo. Jeremías 9:23. Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”. Pablo así lo hizo. Gálatas 6 14. Lejos esté de mí gloriarme, sino en nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.

 

5). Entramos a la esperanza de la restitución. Romanos 3:23. “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”; con Jesucristo ahora entramos a formar parte del cuerpo del rey de gloria: Salmos 24:10. ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, Él es el Rey de la gloria”. A quien los judíos no conocieron, 1 Corintios 2:8 "porque si le hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria”. Todos los bautizados en Cristo, tenemos motivos suficientes para gloriarnos en Jesús; Filipenses 3:21. "el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas". Jesús es el motivo de la fe, el amor y la vida misma.